He leído estos días que la Junta de Andalucía está
repartiendo desayunos entre los niños más necesitados y que El Gobierno Canario
desde hace semanas está repartiendo tanto comida como desayunos entre los
niños. Para adultos y gracias a las diferentes organizaciones que están colaborando,
están llenándose los albergues, los bancos de alimentos, los comedores
sociales,…. La situación económica está muy complicada. ¿Es una situación de
posguerra? ¿Cómo debemos adaptarnos a esta nueva situación? El cliente cada vez
demanda comprar solo aquello que necesita para un corto periodo de tiempo por
lo tanto debemos entregar menos mercancía y acostumbrarnos a llevar mercancía con
mayor frecuencia. En los embalajes y capacidades está ocurriendo algo similar
se están adaptando las unidades y las capacidades de los envases a la nuevas demandas de consumo. En relación a
las calidades cada vez hay más clientes que bien por su capacidad económica actual
o bien por lo que pueda ocurrir se cuestión la relación calidad/precio. La
apreciación de la calidad es subjetiva por lo tanto influye muy mucho la situación
económica y el estado de ánimo. Si un producto de una calidad inferior me da el
mismo servicio porque invertir/gastar más por lo mismo ¿Merece la pena pagar un
X% más por un artículo de la marca Y o bien compro un artículo de la marca de
distribuidor? El auge de la marca del distribuidor está siendo incuestionable. Una de las claves será saber adaptarnos al nuevo entorno que ha venido para establecerse
un largo periodo de tiempo.
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